Editorial: Perspective taking for a prospective view (2012-2017) |
Written by Carles Monereo & Nora Scheuer |
Tuesday, 29 May 2012 00:00 |
(Editorial originally published only in Spanish, reproduced here in its entirety)
Editorial: Toma de perspectiva, para una visión prospectiva (2012-2017) Al inicio de este 2012 recibíamos el testigo del anterior equipo editorial para dirigir Infancia y Aprendizaje. Sin duda una herencia saludable, consecuencia de un período fructífero en que la revista mejoró sus procesos de gestión gracias a su incorporación a la plataforma RECYT, entró a formar parte de las bases de revistas científicas indexadas de mayor circulación en el mundo, e incrementó notablemente el número de textos recibidos y, al mismo tiempo, el nivel de exigencia para su publicación (Martín y Pozo, 2011). Un eslabón más en la trayectoria de una publicación que desde sus inicios ha sido un referente de calidad en la investigación psicoeducativa en español, a nivel internacional.
Pensamos que la razón de esta evolución tan positiva se explica por la capacidad de las personas que han integrado y conducido el equipo editorial de la revista durante todos estos años para adaptarse a los cambios e, incluso en ocasiones, adelantándose a ellos, pero sin perder de vista la perspectiva, las señas de identidad, que otorgan a Infancia y Aprendizaje su singularidad. Y es precisamente esa doble acción en la gestión de la revista, la toma de perspectiva para poder trazar líneas prospectivas, la que consideramos que también debería guiar este nuevo el período.
Perspectivas Aunque, como apuntábamos, el legado que hemos recibido es claramente alentador, existen claroscuros que es preciso analizar y afrontar. En su reciente despedida, nuestros predecesores identificaban algunos: un relativo decremento de trabajos sobre procesos de desarrollo, y escasez de revisiones y reflexiones de carácter teórico, que por su solidez y originalidad puedan generar nuevos debates que, a su vez, susciten nuevas ideas y abordajes en los procesos de investigación.
Intentando ahondar en estas carencias, un análisis de los temas tratados en los artículos publicados durante los cuatro años previos a nuestro ingreso en la dirección de la revista –del primer volumen de 2007 al primero de 2011–, revela que el 25% de los trabajos se concentraron en el estudio de los procesos de alfabetización, en cualquiera de sus niveles y modalidades. Es decir, el estudio de las condiciones, procesos y resultados del aprendizaje y la enseñanza de las prácticas de escritura y lectura ocupó, en ese lapso de tiempo, un lugar muy destacado. Con una presencia considerablemente menor encontramos seis grupos de estudios que indican diversos movimientos en la investigación contemporánea de los procesos de aprendizaje y desarrollo. El primero parece interesado en superar el dualismo razón/ emoción, al dedicarse a las habilidades e interacción sociales y la representación de sí mismo (13%); el segundo aborda el desarrollo en la niñez, integrando los enfoques lingüísticos y cognitivos más clásicos, con algunas miradas sociales y/o desde las neurociencias (12%); un tercero trata las alteraciones del desarrollo, generalmente en conexión con los contextos educativos (11%). Les siguen las investigaciones sobre los procesos de cambio educativo (10%); sobre el discurso en las aulas, presenciales y virtuales (10%); y sobre los fenómenos de interculturalidad en Europa, orientándose principalmente a su repercusión en las familias y a los procesos de adopción y acogida (9%).
Finalmente, se publicaron contadas investigaciones relativas a dos campos de dominio específico, la educación matemática (5%) y la educación psicomotriz y para el deporte (5%), en tanto que la educación científica y la educación ciudadana apenas tuvieron presencia en Infancia y Aprendizaje durante estos años.
Este panorama muestra, por una parte, un interés emergente por investigar los proce- sos evolutivos y/o educativos en sus relaciones sistémicas con las condiciones sociales y culturales en que se constituyen, interés que plantea la necesidad de ampliar el foco y recurrir a unidades de análisis más molares y complejas y a enfoques metodológicos que combinen fuentes de datos, instrumentos de registro y sistemas de análisis múltiples, capaces de abordar esa complejidad, sin minusvalorar su esencia ni rebajar el rigor exigible. Sin embargo, se aprecia cierta tendencia a que los diseños metodológicos implementados presenten un desfase con las orientaciones teóricas defendidas; dicho de otro modo, en ocasiones la adhesión a paradigmas de la complejidad se hace más patente en los marcos conceptuales que en los métodos de registro y análisis utilizados.
Es probable que en este desequilibrio intervengan una pluralidad de factores: concepciones epistemológicas arraigadas; el alineamiento con prácticas de investigación consen- suadas, cuando no rutinizadas, a las que se apuesta para asegurar la publicación o para alcanzar resultados en tiempos breves; y/o las consabidas dificultades para pasar de los deseos y valores, a las restricciones que necesariamente imponen los procedimientos y las prácticas relativas a un género discursivo específico, como es el científico. Son ejemplos de lo que comentamos y, por consiguiente, trabajos que no vamos a priorizar, aquellos que, básicamente, pretenden fiabilizar o validar un instrumento, o que tratan de demostrar cambios evolutivos y/o educativos complejos, a través de la simple aplicación descontextualizada de un pre-test y un post-test, o estudios de corte “aplicacionista”, que aunque realizados en muchos casos en forma correcta, tengan escasa relevancia para una mejor comprensión de los procesos de desarrollo, aprendizaje y enseñanza en los contextos sociales de niños, estudiantes y educadores. Infancia y Aprendizaje se ha caracterizado por evitar aquellas prácticas de publicación científica que, en nombre de los índices de impacto, se orientan fuertemente a aumentar las propias citas, internas y externas, pero que poco aportan al corpus de conocimientos y a la comunidad científica. Consecuentemente, este tipo de trabajos seguirá sin encontrar cabida en la revista.
Otros aspectos a mejorar, identificados por los editores anteriores y que asumimos ple- namente son, por una parte, la necesidad de aumentar el número de editores asociados, en justa correspondencia con el aumento de originales recibidos, y por otra, la aún insuficiente presencia de autores y revisores provenientes de las regiones iberoamericanas, así como de otros países del mundo con una destacada presencia de investigadores de habla hispana.
Un valor añadido de la mayor presencia hispanoamericana en las diferentes posiciones que participan en la revista (lectores, autores, revisores, editores) es que, al interior de la muy numerosa, activa y dinámica comunidad hispanohablante (el español es la segunda lengua en el mundo al contabilizar sus hablantes nativos –400 millones en 2010– y la tercera si consideramos también al centenar de millones que la ha aprendido en calidad de segunda o tercera lengua), nos encontramos con una notable diversidad cultural, política, social, económica y, por supuesto, también educativa. Integrar investigadores y profesionales hispanoamericanos en la “cocina” de la revista podría contribuir a la presencia de problemáticas y metodologías escasamente abordados en años recientes, así como tratar la multiculturalidad y el multilingüismo desde lugares que no necesariamente se vinculen a la situación de la emigración desde un país con pocos recursos o en conflicto hacia un país económica y/o políticamente más estable.
Por las razones esgrimidas, hemos aumentado considerablemente la presencia de editores asociados de estos países en el equipo editorial, avalados por una sólida trayectoria en el liderazgo de proyectos de investigación y en el ámbito de la publicación científica. Asimismo, y por primera vez en la historia de la revista, el equipo editorial está coordinado por investigadores que se encuentran a uno y otro lado del Océano Atlántico.
Esperamos también que ese considerable aumento de editores y revisores (de 13 a 19), permita acortar los tiempos de revisión de los trabajos recibidos, en beneficio tanto de los autores, ávidos por compartir sus resultados más recientes con la comunidad científica, como de los lectores, deseosos de estar al día y conocer las últimas aportaciones de la investigación a sus ámbitos de investigación, formación y/o intervención.
Prospectivas Seguir avanzando en la conciliación entre calidad y pluralidad, en un mundo en el que lo global y lo local se entrelazan en los procesos de desarrollo, aprendizaje y educación de múltiples maneras, a veces sorprendentes, es nuestro principal desafío para este período. Afrontamos este reto con actitud humilde, pero también entusiasta, y nos gustaría pensar que ilusionante para todos los que formamos la sólida red de lectores, autores, evaluadores y editores de Infancia y Aprendizaje. Para lograrlo hemos planteado un conjunto de medidas que pasamos a comentar.
En primer lugar, pretendemos promover la publicación de textos inéditos de reflexión teórica a partir de una nueva sección que precisamente hemos denominado “Prospectivas”, y que contará con las contribuciones de autores de prestigio y repercusión internacionales. Se trata de una sección compuesta por un texto de extensión variable, sujeta a la revisión por pares (como todas las contribuciones publicadas en la revista), en el que se expresen puntos de vista novedosos, divergentes y/o polémicos. Los posibles aspectos a considerar en esta sección comprenderán, entre otros, el análisis prospectivo en un área temática con el fin de anticipar y avanzar futuros desarrollos y líneas de investigación; la identificación y defensa justificadas de temáticas olvidadas o marginadas en un campo determinado; las conexiones entre áreas temáticas, supuestamente alejadas; las propuestas para promover la interdisciplinariedad; las críticas argumentadas a determinadas escuelas de pensamiento; enfoques epistemológicos, metodológicos o profesionales, nuevos o alternativos; la identificación y análisis de “escuelas invisibles”, pero influyentes en la orientación de los temas de investigación; las disquisiciones sobre, por ejemplo, las modalidades de escritura académica o el significado y sentido del impacto en las publicaciones científicas; las miradas divergentes o problematizadoras a problemas habituales, etcétera. En definitiva, trabajos que ayuden a repensar, refrescar y renovar nuestro campo de estudio.
Precisamente, en este ejemplar, estrenamos dicha sección con un texto de la Dra. Barbara Rogoff sobre el aprendizaje que se construye sin apoyarse en una enseñanza explícita y formal (Learning without lessons).
Por otra parte, seguiremos publicando algunos volúmenes bajo las modalidades de call for papers y de debates, tratando de equilibrar los centros de interés y los temas y, eventualmente, atendiendo a alguna de las áreas que concentran mayores carencias o va- cíos.
También, lógicamente, continuaremos aprovechando las posibilidades que nos ofrecen las tecnologías. Con el nuevo portal de Infancia y Aprendizaje, al que invitamos a visitar a nuestros lectores, si aún no lo han hecho, se abre la posibilidad de añadir nuevos espacios que permitan compartir datos, instrumentos de registros y análisis, buenas prácticas en la valoración de artículos, recensiones de obras de especial interés, y en definitiva, dispositivos conceptuales y metodológicos que estimulen nuevas formas de revisión y comunicación científica.
En cuanto al Consejo Editorial de la revista –formado por todos los Editores Generales y Adjuntos responsables de la dirección de la revista en los períodos anteriores, así como por otros investigadores de prestigio internacional en el área– queremos potenciar su participación directa y activa en la vida de la revista, pidiéndoles explícitamente una valoración anual de la trayectoria seguida, así como sugerencias y recomendaciones para su opti- mización.
El equipo editorial se completa con el Dr. Alfredo Bautista, que continuará su dedicada y fructífera labor como asistente editorial y con Gloria Palomino, cuya inestimable eficacia en los trabajos de producción es garantía de la calidad y regularidad con que se publica Infancia y Aprendizaje desde 1978.
Invitamos desde este momento a todos los que forman y conforman Infancia y Aprendizaje, lectores, autores, editores, revisores e investigadores del área, a compartir este nuevo período de nuestra revista, haciéndonos llegar sus contribuciones, inquietudes y sugerencias, para que continúe siendo una publicación de referencia internacional en la investigación en Psicología del desarrollo y de la educación.
Referencias Martín, E. & Pozo, J. I. (2011). Editorial: Despedida de los editores generales (2006-2011). Infancia y Aprendizaje, 34 (4), 389-392.
Editorial publicado en Infancia y Aprendizaje, 2012, 35 (2), 131-134. Ver número completo. |